Recuperación paciente quirófano

Facilitación de la recuperación postquirúrgica mediante técnicas basadas en el procesamiento de información durante la anestesia general


Palabras clave: recuperación paciente, recuperación postquirófano, recuperación postquirúrgica, anestesia, procesamiento de la información, percepción inconsciente, sugestiones intraoperatorias

Cuando un paciente se encuentra bajo anestesia general se considera, como algo practicamente indiscutible, que se haya en un estado total de inconsciencia y, por tanto, se cree que no puede procesar ningún tipo de información externa. No obstante, existe una línea creciente de investigación que pone en duda este planteamiento. Un ejemplo de estas investigaciones lo constituye el trabajo de Roorda-Hrdlicková et al, estos autores realizaron un estudio con 81 pacientes que debían ser sometidos a una intervención bajo anestesia general. Dichos pacientes fueron asignados al azar a dos grupos: al grupo experimental, durante la anestesia, se le presentó a través de auriculares dos nombres de frutas (pera y banana) y dos nombres de colores (amarillo y verde) repetidamente; y , por otra parte, al grupo control sólo se le presentaron sonidos del mar. Una vez los pacientes habían despertado de la anestesia, se les preguntó si recordaban algo de lo sucedido durante la cirugía. Como podemos suponer, ningún paciente recordaba nada de lo sucedido. Cuando se les pidió que dijeran los primeros nombres de frutas y colores que "les vinieran a la cabeza", el grupo experimental nombró, de forma significativa, un mayor número de veces los nombres presentados durante la anestesia que el grupo control. Dos años después se replicó este estudio, variando el experimentador, el hospital y la técnica anestésica utilizada. Los resultados corroboraron de nuevo la existencia de procesamiento de información durante la anestesia general.

Aunque estos trabajos confirman la hipótesis del procesamiento de información durante la anestesia general, no todas las investigaciones en esta línea corroboran este hecho. No obstante, y a pesar de los resultados contradictorios, en general existen más datos a favor que en contra de esta hipótesis.

Si, como gran parte de los estudios realizados parecen indicar, existe algún tipo de procesamiento de información cuando el paciente se encuentra anestesiado, no nos debe extrañar que muchos investigadores quieran utilizar este descubrimiento con fines terapéuticos. Cada día son más númerosas las investigaciones que tienen como objetivo comprobar si la recuperación postquirúrgica se puede facilitar, a través de sugestiones intraoperatorias. Esto es; estos estudios pretenden demostrar si proporcionar mensajes de bienestar, relajación, fácil recuperación etc. a los pacientes durante la anestesia los puede ayudar a recuperarse más fácil y rapidamente.

Los primeros estudios que utilizaron sugestiones intraoperatorias fueron los de Wolfe y Millet y Hutchings, realizados en la década de los 60. En el primer estudio, los autores concluyeron que las sugestiones fueron muy útiles para facilitar la convalecencia (sin especificar exactamente cómo). En el trabajo de Hutchings también se obtuvieron resultados en este sentido. En este caso, según el autor, las sugestiones incrementaron el bienestar postoperatorio, y disminuyeron las náuseas, los vómitos y la necesidad de narcóticos. Desafortunadamente, ambos estudios se realizaron sin grupo control, por lo que el mérito que se les otorga actualmente es exclusivamente en calidad de pioneros.

Si queremos averiguar si las sugestiones facilitadas durante la anestesia general realmente comportan beneficios terapéuticos no nos podemos basar en estudios como los anteriores, sino que es necesario revisar estudios que cumplan ciertos criterios metodológicos. Los criterios que , a nuestro entender, deben cumplir son: grupo control asignado al azar y doble ciego. El objetivo del presente trabajo consiste en la revisión de aquellos estudios que cumplan estos criterios, con el fin de arrojar luz sobre los posibles efectos beneficiosos de las sugestiones intraoperatorias.

Estudios sobre la eficiacia de las sugestiones intraoperatorias como facilitadoras de la recuperación postquirúrgica.


En la mayoría de los estudios, el procedimiento consiste en asignar a los pacientes a dos grupos al azar, a ambos grupos se les colocan unos auriculares mientras están bajo los efectos de la anestesia general, mientras al grupo experimental se le dan mensajes sugestivos de bienestar, relajación, fácil recuperación, etc.; al grupo control sólamente se le presenta una cinta en blanco sin ningún tipo de sonido. Posteriormente, una persona, que no conoce la asignación de los pacientes a los grupos, evalúa algunos indicadores de recuperación, como: días de estancia en el hospital, dolor, fiebre, nauseas, vómitos, etc. Finalmente se comparan los indicadores de ambos grupos para comprobar si existen diferencias significativas. Algunos de los estudios presentados en la Tabla 1 presentan algunas variantes de este procedimiento, como por ejemplo incluir un segundo grupo control que se encuentra expuesto a los ruidos y voces habituales del quirófano, o incluir un tipo de grupo experimental que en lugar de sugestiones se le presenta música relajante. En algunos casos, al grupo control en lugar de presentarle una cinta en blanco, se le presenta un sonido monótono o sonidos del mar.

Podemos observar que uno de los estudios donde los resultados mostraron más claramente la eficacia de las sugestiones para facilitar la recuperación fue el realizado por Evans y Richardson, publicado en la prestigiosa revista Lancet. Estos autores utilizaron el método de las sugestiones intraoperatorias con 39 mujeres que debían someterse a una histerectomía abdominal. Estas mujeres fueron asignadas al azar a dos grupos: al grupo experimental se le facilitaron sugestiones terapéuticas a través de auriculares; al grupo control también se le colocaron los auriculares pero el cassette no contenía ningún mensaje. Los resultados indicaron que las mujeres del grupo experimental estuvieron menos días en el hospital, presentaron menos fiebre, sufrieron menos trastornos intestinales y fueron evaluadas como más recuperadas por parte de las enfermeras (que desconocían a qué grupo pertenecían los pacientes).

Además del estudio de Evans y Richarson, podemos encontrar otros doce estudios donde se puede observar que las sugestiones producen algun tipo de beneficio. Mientras sólamente siete trabajos no logran encontrar ningún efecto beneficioso. Basándonos en este primer análisis, podríamos concluir que la mayoría de estudios demuestran la efectividad del método de las sugestiones y, por tanto, deberíamos empezar a recomendarlas. Sin embargo, no sería del todo correcto, llegar a esta conclusión tan precipitadamente.

Si nos fijamos con más detalle, aunque muchos estudios encuentran alguna diferencia significativa entre el grupo experimental y control en cuanto a recuperación, la mayoría de los trabajos evalúan varios indicadores de recuperación, por tanto encontrar diferencias sólamente en uno de ellos puede ser debido al azar; esto es, nos podemos encontrar ante un error estadístico Tipo I. Partiendo de esta apreciación, podríamos clasificar a los trabajos en dos grupos: 1) aquéllos que no encuentran diferencias en ninguna variable o en menos de la mitad de las variables evaluadas y 2) aquéllos que encuentran diferencias en más de la mitad de las variables evaluadas. Si lo hicieramos de esta manera, la balanza se decantaría hacia el lado contrario; esto es, sólo 6 trabajos confirmarían los beneficios de las sugestiones y los restantes 14 no corroborarían esta hipótesis.

Resulta extremadamente díficil llegar a una conclusión con los datos, ya que, como hemos visto, se pueden interpretar de muchas formas. Por esto motivo, pensamos que quizás una lectura más apropiada de esta tabla podría consisistir en analizar cada uno de los indicadores de recuperación por separado y no intentar llegar a ningún tipo de conclusión global. Si lo hacemos de esta forma, es posible que nos encontremos que las sugestiones son eficaces para influir sobre algunos indicadores pero no sobre otros.

Una pregunta que nos podríamos formular llegados a este punto es: ¿por qué respecto a un mismo indicador los diferentes estudios llegan a resultados distintos? La respuesta a esta pregunta la deberíamos encontrar en las diferencias entre las distintas investigaciones. No obstante, las diferencias son demasiadas: la forma de evaluar las variables, el momento, la muestra, la combinación de anestésicos utilizados, el tipo de sugestiones, etc.
Sólamente uno de los estudios revisados ha evaluado parámetros hormonales durante la cirugía , los resultados obtenidos en dicho estudio indicaron que las pacientes que durante la intervención recibieron sugestiones no mostraron ningún incremento en los parámetros evaluados (Adrenalina, Noradrenalina, ACTH y cortisol), mientras el grupo control sí presento un incremento de dichos indicadores durante la cirugía. Aunque estos resultados parecen alentadores debemos esperar más datos que los confirmen antes de llegar a una conlusión.

Conclusiones sobre recuperación quirófano

La primera conclusión a la que podemos llegar es que existen muchos resultados contradictorios y que, por tanto, probablemente todavía es demasiado pronto para determinar si las sugestiones intraoperatorias ejercen o no efectos beneficiosos. Esta primera conclusión aunque ambigua nos permite reflexionar sobre diversos aspectos, unos de talante más básico y otros aspectos más aplicados.

El principal aspecto de carácter básico que debemos tener muy en cuenta es que los estudios que muestran que las sugestiones no son efectivas, no están demostrando que no existe procesamiento de información. Es posible que exista procesamiento pero que realmente la información procesada no tenga ningún efecto sobre la recuperación. Ello equivaldría a que si en estado de vigilía, cuando somos perfectamente capaces de procesar información, alguien nos intentara relajar susurrandonos: "relax" "relax"... ,estos mensajes aunque correctamente procesados no nos relajaran. De hecho, como indicábamos al principio de este artículo, existen numerosas investigaciones que parecen indicar que sí hay procesamiento de información durante la anestesia. Por tanto, no debemos mezclar las conclusiones de ambas líneas de estudio ya que tienen objetivos claramente diferenciados: una se ocupa de descubrir si hay procesamiento y la otra de estudiar si las sugestiones pueden ejercer efectos beneficiosos.

Si realmente existe algun tipo de procesamiento de información mientras el paciente se encuentra anestesiado, pero no se consiguen tan buenos resultados con las sugestiones como cabría esperar, es posible que se deba al tipo de sugestiones facilitadas. Por consiguiente, sería interesante estudiar qué tipo de sugestiones podrían ser más beneficiosas. Quizás las sugestiones utilizadas hasta el momento sean demasiado complejas o quizas no son igual de efectivas en todos los pacientes. Estos aspectos han sido muy poco estudiados hasta el momento, por lo que creemos que es necesaria más investigación a este respecto.

Desde un punto de vista más aplicado, todavía es pronto para recomendar la utilización durante la cirugía de cassettes con sugestiones dado que faltan más investigaciones para aclarar los resultados contradictorios. Sin embargo, debemos pensar que aunque todavía no sepamos con total seguridad si existe procesamiento durante la anestesia y a pesar de que no se hayan encontrado un tipo de sugestiones completamente efectivas, no estaría demás tomar ciertas precauciones. Nos referimos a que sería conveniente que los pacientes no estuvieran expuestos a ciertos comentarios desagradables que, en ciertas ocasiones se producen en el quirófano. Dado que es muy difícil controlar, en muchos casos, dichos comentarios, una posible solución sería evitar que el paciente pudiera "oirlos" colacándole unos auriculares.