El quirófano

Ingreso y cuidados en URPA


La evaluación inicial resulta de vital importancia para la "transferencia" de la situación del paciente desde el quirófano hasta su reanimación y en esta deben estar presentes el personal de enfermería, así como el médico que transfiere al paciente desde el quirófano y el que lo recibe en la unidad.

Protocolo de ingreso en la URPA


• Identificación del paciente.
• Recepción de la información del plan cuidados quirúrgicos y
• HC/HRQ realizados por las enfermeras en quirófano.
• Comprobación de la zona de intervención, si procede.
• Evaluación del estado de apósitos quirúrgicos y localización de heridas.
• Test de Aldrette modificado.

Los principales aspectos que se deben evaluar en esta recepción del paciente serán:
• Control y evaluación de la función respiratoria: Extender y lateralizar la cabeza y el cuello (retirar almohada). Levantar la parte superior de la cama 45 grados. - Excepto en anestesia regional. Confirmar la presencia de ventilación espontánea y su efi cacia. - Inspección de los movimientos de tórax y abdomen. - Auscultación respiratoria. Oxigenación: - SpO2 > 95% ventilación con aire ambiente. - SpO2 < 95% oxígeno con gafas nasales (3 L). - SpO2 < 90% oxígeno con ventimask con o sin reservorio (FiO2 de 50 a 90%).
• Control y evaluación de la función cardio-circulatoria: Estimación de la contracción cardíaca (rítmica o arrítmica). - Presencia de actividad eléctrica cardíaca (ECG). - Auscultación cardíaca. Presencia de pulso periférico mediante palpación a nivel radial, femoral o carotídeo. Estimación de la eficacia de la función cardio-circulatoria (medición de la tensión arterial).
• Evaluación de la perfusión: Color de la piel. Diferencia de temperatura: tórax / brazo y/o pierna. Medición de la temperatura.
• Posición del paciente: Colocarlo en posición de anti-Trendelenburg (20º - 30º). 45º en cirugía de abdomen superior.
• Evaluación y control de la motilidad: Capacidad de movimiento como respuesta a órdenes verbales o estímulos. Monitorización del bloqueo neuromuscular (solo ante sospecha de curarización residual).
• Evaluación y control de la consciencia y orientación: Despierto. Responde a estímulos verbales o de otro tipo. No responde.
• Permeabilidad de vías venosas y drenajes: Aspiración de sondas y drenajes abdominales y torácicos.

Una vez evaluada la situación inicial del paciente, debe continuar el proceso de recuperación de las funciones vitales.

Protocolo cuidados en URPA


Una vez que el paciente ha sido ingresado en la URPA y se ha evaluado su situación inicial, se deberá controlar el proceso de "recuperación" de las funciones vitales, incluyendo el nivel de consciencia como exponente de la reversión de los efectos anestésicos. Para ello, y durante toda su estancia en la URPA, los pacientes permanecerán monitorizados y el orden de preferencia en la aplicación de los monitores al ingreso será el siguiente:

1. SpO2 en dedos de la mano o pabellón auricular.
2. Frecuencia y ritmo cardíaco (electrocardiograma continuo).
3. Presión arterial incruenta automática.
4. Temperatura cutánea en axila.

Protocolo de cuidados y toma de constantes vitales
• En la primera hora de estancia: Test de Aldrete. Toma de constantes vitales (Sp02, FC, TA y temperatura cutánea al ingreso y cada 15 minutos).
• En la segunda hora de estancia: Test de Aldrete. Toma de constantes vitales (Sp02, FC, TA y temperatura cutánea cada 30 minutos).
• En la tercera hora y siguientes: Test de Aldrete. Toma de constantes vitales (Sp02, FC, TA y temperatura cutánea cada 60 minutos).

Test de Aldrete:
La necesidad de mejorar la calidad del periodo post-anestésico reduciendo los efectos adversos post-operatorios, de estandarizar los protocolos de monitorización de la recuperación post-operatoria y de establecer unos criterios para el alta de la URPA, hizo pensar en establecer parámetros con dicho fin. Uno de los test más aceptados es el test de Aldrete, diseñado por JA Aldrete en los años 70 y revisado por él mismo en 1995. En dicho test se recogen los parámetros básicos que se deben contemplar en el periodo post-anestésico: la actividad, la respiración, la circulación, la consciencia y el color.

Esta valoración se considera, hoy por hoy, como el patrón básico para establecer un marco de seguridad en el seguimiento y, lo que resulta más importante, en el alta de un paciente de la unidad de Recuperación Postanestésica:
URPA