Gasas de la enfermera quirófano

Contaje de gasas y compresas de la enfermera quirófano


AORN recomienda contar las gasas en cada intervención quirúrgica. El contaje incluye: gasas (todas las medidas), torundas, lentinas y hemostetas.

1. El contaje de gasas estériles (contaje inicial) debe hacerse antes de iniciarse la intervención. Debe realizarse por la enfermera instrumentista y transmitirse a la enfermera circulante. De hecho, siempre existe el riesgo de perder una gasa ya sea por una cirugía de larga duración o porque en el curso de una intervención se modifica o complica.

2. Después es recomendable contar las gasas en los siguientes momentos:
• Cada vez que se da un paquete de gasas estériles a la enfermera que instrumenta.
• Antes de suturar una gran incisión, de una cavidad (tórax, peritoneo, etc.)
• Después de cerrar una cavidad (tórax, abdomen, etc.)
• En cada cambio de equipo (cambios de turno de enfermería).
• Al suturar el tejido subcutaneo o la piel.
Ya que el contaje finaliza al terminar la intervención, es necesario vigilar que todas las gasas sean evacuadas fuera del quirófano.

3. El recuento de gasas debe hacerse en voz alta y separándolas de una en una y la enfermera instrumentista debe realizar el recuento con la enfermera que coordina la intervención.

4. Todas las gasas utilizadas dentro del campo quirúrgico deben estar provistas de un marcador radio opaco.

5. Todas las gasas deberán permanecer en el quirófano durante la intervención. Si el cirujano utiliza una o varias gasas intencionadamente como drenaje o como compresivo, en este caso el número de gasas utilizadas a este efecto deberá ser especificado en el registro de enfermería.

6. Para realizar el apósito se recomienda utilizar únicamente gasas sin marcador radio-opaco a fin de evitar potenciales errores de una reintervención o de un control radiológico post-operatorio (falsa imagen).

7. Las gasas usadas deben ser manipuladas con guantes y colocadas dentro de bolsas impermeables y cerradas a fin de proteger al personal de una posible contaminación.

8 El recuento de gasas debe ser notificado en un documento guardado en el servicio. Este incluirá:
• El tipo y número de gasas utilizadas.
• El número de recuentos hecho: primer recuento, segundo recuento, etc.
• El resultado de los recuentos realizados: correcto, incorrecto (justificación).
• El nombre y la firma del personal que efectúa el contaje.
• Las explicaciones si un recuento es incorrecto y la búsqueda realizada para encontrar la/s gasa/s faltante/ s.
• Eventualmente, explicar por que un recuento no ha sido efectuado.

9. Las reglas y procedimientos concernientes al recuento de gasas deben estar escritas, revisadas cada año y fácilmente accesibles dentro del área quirúrgica.

10. Este documento debe servir de referencia al personal y asegurar a los pacientes una mejor seguridad y calidad de cuidados.

11. Las reglas y modalidades concernientes al recuento de gasas deberán formar parte del programa de información destinado al personal nuevo del área quirúrgica.

Gasas quirófano: Método de colocación de gasas


Es obvio que dependerá, como ya dijimos, de la naturaleza de la lesión. Los enfermeros y los técnicos que colocan gasas realizan intuitivamente una evaluación de la situación de la herida, efectúan la curación y posteriormente colocan el apósito. Hay que tener en cuenta las funciones de las gasas para poder establecer una correcta indicación desde la medicina. Muchas veces, sin embargo, el "automático" nos lleva a errores. Una buena cobertura con cinta adhesiva antialergénica o hipoalergénica se vuelve necesario.

Las gasas no sirven sólo para cubrir, sino a veces son utilizadas con el fin de efectuar una esterilización o un lavado de una zona en donde se intervendrá posteriormente.

Es importante que ante un lavado pre extracción de sangre, la gasa con alcohol que se utilice para lavar la zona siga un movimiento en espiral de forma centrífuga, puesto que un lavado "automático" de un lado al otro suele remover los detritus y microorganismos de flora normal de un lado al otro sin quitarlos. En cambio al ejercer el movimiento circular hacia fuera, tomando como punto central el lugar donde se intervendrá, nos asegura una correcta limpieza de la zona.

Gasas quirófano: Tipos de gasa


Las gasas que se necesitan en hospitales suelen ser las de pieza entera, conformadas por 100 metros cuadrados para ser cortadas por cada servicio según lo que precisen. Las compresas quirúrgicas pueden estar dobladas o cosidas, que son presentaciones "de vientre", con varias capas de gasa superpuestas, ideales para el sangrado en las operaciones.

Gasa seca: Se implementa en los casos en que la herida no presenta demasiada secreción ni se presenta demasiado viscosa. Es la gasa típica que se compra en la farmacia.

Húmeda a seca: Se utiliza cuando la herida presenta bastante exudado. Al cubrir una gasa común con solución fisiológica o salina, genera una mejor absorción del material de secreción porque disminuye su viscosidad.

Húmeda a húmeda: Usado en casos de gran exudado, es decir, secreción sin necrosis ni material inflamatorio, por ejemplo líquidos serosos o ascitis. Igual que lo descrito para el caso previo, en éste la idea es no dejar que se seque para continuar con la absorción.

Gasas quirófano: Ventajas de las gasas húmedas


• Dilución del exudado
• Mejor manejo del material necrótico.
• Desventajas de las gasas húmedas
• No sirven para infecciones pseudomoniásicas (que perviven en medios acuosos)
• Si no se controla, se facilita la migración de los microorganismos de la flora cutánea al interior de la lesión.

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